lunes, 29 de junio de 2015

SI TE VAS,......... TE VAS.


               La actualidad general nos está dejando muchos motivos  de inspiración a quienes escribimos.  Y, como me reprocha mi hija constantemente,   todo me lo acabo llevando o relacionando con mi  trabajo.

                Y hoy no es una excepción,  al leer u oír las interpretaciones que se están haciendo sobre las últimas declaraciones del Ex-Presidente  Aznar. En concreto, me ha llevado a preguntarme si  está actuando legítimamente o si, por el contrario, está metiéndose donde ya no le corresponde estar.

                 Es decir, me pregunto por el papel que debe adoptar la persona que ha sido  sucedida,  egresada o jubilada  en una organización, cuando esa persona ha tenido un papel de cierta relevancia  en el funcionamiento de la organización.  

 

              
Foto Pixabay
          En mi opinión,   QUIEN SE VA,...... SE VA.    Es decir, debe asumir la  pérdida de status, de poder o capacidad de influencia Y APARTARSE. Todo ello, sin perjuicio de la posibilidad de prestar su apoyo, ayuda u opinión, exclusivamente cuando  se le pida.     
 

             
                 Hace unos meses escribí un post sobre  "La Sucesión en las Empresas Familiares"   en el que ya hacía referencia a este mismo asunto.

                 Las ideas ahí expuestas creo que son aplicables a las  "salidas"  que se produzcan en cualquier tipo de organización. Estas ideas  se centran  en la necesidad de  preparar adecuadamente a quien se va a ir. Para ello:

                                a) se aconseja iniciar el proceso de salida con la mayor antelación posible y conviviendo temporalmente con quien le va a suceder. Ello le permitirá    "ir haciéndose a la idea",  preparar a quien le va a suceder  asegurándose que todo va a ir bien;

                                b) delimitar bien el nuevo rol de quien se va: qué facultades le quedan  (si es que  se le deja alguna),  que trascendencia/posición/capacidad de representación se le reserva  (algo muy importante en los casos en los que hay una gran personalización entre el cargo y quien lo desempeña), .....;

                               c) no permitir excepciones a las reglas establecidas.  Si nos hemos molestado en preparar  la sucesión, en establecer las reglas que la van a regir,  no lo estropeemos admitiendo excepciones que puedan deshacer o entorpecer todo.

 

                Lo contrario puede ser interpretado por l@s sucersor@s como una injerencia ni justificada ni  deseada, generando una oposición o resistencia a todo cuanto provenga de la persona sucedida, aunque objetivamente  pudiera ser beneficioso para la organización.
 
                Como señalaba en el post antes citado,   no pueden convivir pacíficamente dos  "jefes":  el que dicen "los papeles"   y  el que está  "en la sombra".