Dándole vueltas a este artículo para mi blog, tropecé con el estupendo trabajo de nuestra compañera Rocío Cervantes, sobre el mismo tema, y que recomiendo (el enlace es: http://hrlab.es/2013/01/14/complices-de-despido/).
Al inicio de dicho artículo, la autora señalaba que, ante un despido, el Departamento de RRHH se lleva la peor parte en lo que al reparto de la imagen de la Empresa se refiere, añadiendo muy acertadamente “independientemente del tipo de contribución que estemos haciendo en la función”.
Lleva toda la razón. En momentos de crisis la Empresa tiende a ponernos en primera línea de fuego, sirviéndoles de parapeto o de avanzadilla de lo que va a venir a continuación.
¿Pero cuál es la imagen general de este Departamento en la gran mayoría de las organizaciones? ¿Cómo se nos ve antes o después de “la emergencia”?
Aunque ahora se empieza a atisbar un cambio, en la mayoría de PYMES -hasta hace muy poco- “los de Recursos Humanos” estábamos en un rincón, escondiditos y hasta apartados del resto de los trabajadores y de las líneas de estrategia y dirección de la Empresa: éramos como un mundo aparte.
El trabajo de este Departamento era casi de pura administración (nóminas y seguros sociales, contratos, o, en casos más afortunados, formación,….). No era importante para los números de la Empresa; éramos un gasto, un adorno, algo que "tenemos porque queda bien en un organigrama".
¡¡¡ Empezamos a hacernos el sitio que nos corresponde¡¡¡
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Hoy empezamos a hacernos el sitio que nos corresponde porque se valora cada vez más el papel que podemos desempeñar; y no sólo como imagen, sino como elemento de dinamización económica, de racionalización; como un elemento PRODUCTIVO Y RENTABLE.
Es hora, pues, de aprovechar esta oportunidad y de reivindicar nuestro trabajo. ¿No te parece?.