¡¡¡¡AY,
AY, que voy muy tarde¡¡¡¡. Lo sé. Pero a ver qué puedes hacer por mí Santa.
Además, lo que te pido es muy, muy fácil de conseguir (creo) y no te
ocupará mucho tiempo meterlo en tu saco. Ahí va mi lista de regalos:
- Para mis amigas y amigos: nuev@s y antigu@s,
estén donde estén, quiero una buena fiestuqui, con barra libre de sonrisas,
ilusiones, felicidad y proyectos convertidos en realidades.
Y
para mis hijos un buen abrigo que los mantenga bien protegidos en todo momento,
sabiendo que siempre estaremos ahí para ellos.
Ah y muchísimos motivos diarios de alegría. Porqué, ésto...... ¿parar
su crecimiento no puedo, verdad?.
Y
ahora para mí:
- Una maleta:
para seguir viajando por la vida. Quiero continuar guardando nuevas
experiencias y enseñanzas, nuevas ideas y formas de hacer. No hace falta que
tenga ruedas; me conformo con que tenga un buen fondo, porque espero ir
atesorando muchas cosas.
- Una pizarra:
porque aún no he aprendido todo lo que la vida me puede ofrecer. Me vale
cualquier modelo, no tiene que ser "mágica". Sólo necesito que me permita escribir, dibujar
y borrar cuando lo necesite.
Con
la agenda podré acordarme de tod@s l@s que se han tenido que ir fuera; los
expatriados y las expatriadas (vamos, lo que aquí se ha llamado siempre
emigrantes). Así podré decirles que
estoy segura de que, algún día, tendrán la oportunidad de volver.
Querido Santa, espero que no te resulte una lista muy larga y
farragosa. Yo, por mi parte, te prometo
seguir poniendo energía, ilusión, optimismo y mucho, mucho cariño a mi
alrededor y en todo lo que haga.