En mi post anterior "NO ENTIENDO PORQUÉ SE VA" hablé del momento en el que las organizaciones se
enfrentan a su particular "fuga
de cerebros". Esto es, cuando
su mejor talento se marcha. Hoy me
gustaría hablar de si esas organizaciones pueden hacer algo por revocar la decisión de quien quiere
irse.
Porque, aun cuando consideremos
que el "capital humano" es
reemplazable, aunque sigamos suponiendo que nadie es insustituible, que tenemos en la puerta a 200 personas
esperando una oportunidad,....... no nos engañemos: si
alguien quiere abandonarnos, suele ser
un síntoma de que algo hemos hecho mal.
Entonces ¿podemos
evitar ese abandono?. ¿Tenemos
herramientas para rectificar los errores y reconquistar a esa persona?.
Mucho me temo que la respuesta es un rotundo NO, porque lo que se hace mal durante mucho
tiempo no puede rectificarse en un momento. Pero SÍ podemos extraer una lección para el futuro,.... siempre
que hagamos un riguroso análisis. Y ahí llevas mis propuestas:
* felicítale
y estrecha su mano. Si
tus esfuerzos por retener a una persona son inútiles, lo mejor que puedes hacer
es dejarla volar libre. Agradécele todo
lo bueno que te haya aportado, pídele perdón si procede y facilítale el nuevo
camino.
1.- DESPIDE A TU DEPARTAMENTO DE RRHH........
Y DIMITE TÚ. Así de duro. Si te enteras de que algo va mal cuando ya no
hay tiempo para rectificar, está claro que
*
o no has elegido bien al/ a la responsable de RRHH (lo que justificaría que lo despidieras
inmediatamente);
*
o las propuestas que te han hecho desde
RRHH te las has saltado a la torera (lo
que implica que consideras que es
un "departamento florero",
que es un departamento vacío de sus verdadera razón de ser, un coste inútil);
*
y si eres tú el que has tomado la decisión final,.... ni que decir tiene
que "te has lucido". Asume tu
responsabilidad y dimite de esta función.
2.- PREPARA LA ENTREVISTA DE SALIDA. Ya he dicho que es casi imposible que, cuando alguien quiera irse, puedas convencerlo de lo contrario. No obstante, si te interesa hacer un último
intento de reconquista y -sobre
todo- si quieres saber qué se ha hecho mal, propón
una entrevista de salida y prepárala
adecuadamente porque será tu última oportunidad de aprender:
* tienes que analizar qué quieres saber (los
motivos de la salida, desde cuando
existen esos motivos, si hay algo que puedas hacer,.....);
* disponte a oír sin prejuicios: quién ha decidido marcharse no tiene nada que perder y puede hacer un
ejercicio de sinceridad que quizás te saque los colores;
* prepara
argumentos serios, objetivos y reales. Si pretendes convencer a
alguien para que no se vaya, un simple "eso no es así" no te va a ayudar mucho.
3.- ESCUCHA PRIMERO Y HABLA DESPUÉS. Esta máxima es una de las mejores lecciones
que (en mi opinión) puedes poner en práctica. Si quien se va a ir acepta realizar la
entrevista de salida, durante la misma:
* facilita
que hable: te interesa
enormemente saber porqué se va, ya que así aprenderás para mañana. Dedícale todo el tiempo que sea necesario,
muéstrate comprensiv@, receptiv@ y abiert@ a sus argumentos;
* cuando te
toque hablar:
i.
reconoce los errores, porque
rectificar es de muy sabi@s, pero
-sobre sobre todo- es la mejor
manera de aprender;
ii. explica tus decisiones (sean propias o aceptadas por ti). Explicar
el porqué de un acto puede hacer que se comprenda y se acepte;
iii. pregunta, interésate por las cosas
que esa persona ha echado en falta, por las sugerencias que tiene......
4.- SIÉNTATE Y PIENSA. Terminado el proceso, es el momento de analizar
lo que has obtenido en claro. Te aconsejo que te centres en:
*ver si has cumplido el objetivo pretendido (saber
los errores);
* diseñar y aplicar las nuevas políticas que
procedan.