Al hilo de las
últimas noticias sobre actuaciones
judiciales, much@s hemos pensado, oído o
dicho que "la
justicia es un cachondeo" o que, a estas alturas, "nadie se cree que la justicia sea
justa".
En resumen
ESTAMOS (me incluyo) PERDIENDO
LA FE EN LA JUSTICIA. Y este
es un "LUJO" que no
nos podemos permitir: la Justicia nos
afecta a tod@s y a diario: es la garante
de los derechos, libertades y obligaciones de tod@s y cada un@ de nosotr@s.
1.-
ES LA CONSENSUADA. Definir
qué es lícito y que no lo es, qué derechos, libertades y obligaciones tenemos
en cada momento,..... no puede ser una cuestión ideológica, según el color del
gobierno de turno. Por eso, la regulación
de las cuestiones básicas no
puede depender de una mayoría absoluta (mitad más uno), sino que debe quedar sometida a mayorías
especialmente cualificadas (dos tercios, tres cuartos,...... ).
2.- LA QUE IMPARTE EL PODER JUDICIAL.
Aunque las leyes las hagan los políticos,
su aplicación e interpretación
debe ser exclusivamente una cuestión judicial, de forma que los juzgados y
tribunales:
*
se centren más en el espíritu de la norma
(la realidad concreta de cada caso) que en
la literalidad de una norma;
*
no juzguen a golpe de tweet, portada, lobby
o petición popular. Es cierto que, a veces, la ciudadanía tiene un concepto
de "justicia social" distinto al de los juzgados y tribunales. Pero estas
"presiones" no
pueden servir para que nos den una sentencia a nuestro gusto, sino para cambiar la redacción de las normas que se empleen para
juzgar.
3.-
LA QUE NO ES CIEGA. Si en el
punto anterior he dicho que no se puede juzgar
por presiones sociales, mediáticas,..... también digo que la justicia justa es la que razona:
la que tiene en cuenta las circunstancias concretas que se dan en cada caso; la
que busca la verdadera función de la sanción por encima de la literalidad de
una norma concreta,.......
Un ejemplo muy conocido es el del Juez
de Menores de Granada, Emilio Calatayud, cuyas sentencias tienden a aunar el
reproche penal con la reeducación del penado o penada: trabajar
con los bomberos por haber quemado papeleras, impartir clases gratuitas de
informática por haber crackeado empresas informáticas,....
4.-
LA QUE NO ES "DE CHANEL". Este
adjetivo se le ocurrió a un cliente al
saber el importe de las tasas que debía pagar para interponer una demanda.
Una justicia elitista, que -de forma
directa o indirecta- limite el acceso a
la tutela judicial efectiva a cualquier ciudadan@ nunca será justa.
Tampoco es justa la justicia hecha para los "robagallinas"; es decir, la
que es más severa con hechos de menor gravedad que con aquéllos cuyas
consecuencias son más dañosas o graves, sea para una persona concreta o para la
sociedad en conjunto.
5.-
ES LA GARANTISTA. Pero tanto
para víctima como para
"verdugo". El caso
de los presuntos abusos sexuales de Granada es una muestra: ¿no está cundiendo la sensación de que han
podido destruir pruebas durante el MUY LARGO período de tiempo que ha mediado
entre la denuncia y su detención?; ¿no
parece que el caso está tomando cuerpo porque el Papa ha intervenido?. ¿Los denunciantes se están sintiendo
protegidos?.
6.-
LA QUE ES RÁPIDA Y CUENTA CON RECURSOS. Y en todos los casos, para
delitos mayores y para los menores, observando (obviamente) todas las garantías procesales. Una
justicia lenta es tan inútil como una operación realizada cuando el enfermo ya
es incurable. Además de vulnerar el derecho
constitucional a procesos sin dilaciones indebidas.
7.- LA NO TELEVISADA. Cuando se
habla de cualquier caso
"relevante", debe procurarse
un análisis riguroso y objetivo: contando con profesionales del derecho, respetando los derechos de tod@s (presunt@s
responsables y posibles víctimas); sin
imponer penas de banquillo; sin valoraciones basadas en simpatías o antipatías.
No quiero jueces
y/o juezas no profesionales, ni juicios políticos, Como tampoco quiero ver a jueces y juezas en la televisión
dando explicaciones, justificando, porque han dictado una sentencia y no otra. Las
resoluciones judiciales deben estar fundamentadas y esos fundamentos son la
única justificación de la decisión final de un procedimiento y, por tanto, la
única fuente a la que acudir para apreciar el
acierto o error.
8.- LA TRANSPARENTE Y FORMATIVA. Si queremos que la gente opine/juzgue sobre
un caso concreto, debemos darle:
* unos conocimientos
mínimos (no entiendo porque se insiste tanto en la educación vial de l@s
menores y tampoco en una formación jurídica básica);
* todos los elementos de juicio necesarios; es decir,
todas las pruebas, todas las versiones,.......; en resumen: todas las herramientas de las
que dispuso el tribunal para dictar la
resolución analizada.
Además, las
resoluciones judiciales deben estar
fundamentadas y deben ser públicas y publicitadas (salvo casos especiales) y basarse -además de en la ley y cuando proceda- en
conceptos/principios concretos y comúnmente aceptados: ¿qué es la alarma social, qué es la
ejemplaridad, .......?
¿Cuál es tu concepto de "JUSTICIA JUSTA"?.