A tod@s los que
nos dedicamos a seleccionar personas nos han preguntado alguna vez qué hacemos
si el/la candidat@ nos cae mal. Y yo siempre suelo dar la misma respuesta:
"pues
verás, ningún médico deja morir a un
enfermo porque le caiga mal; siempre buscará el mejor tratamiento posible. Yo busco
lo mejor para mi cliente. Y si el candidato o candidata me cae mal o bien,.. me aguanto".
¿QUÉ OCURRE CUANDO NO HAY
"FEELING"?
Foto: gbordablog |
Ahora
bien, abstraernos de nuestras simpatías y antipatías no es lo mismo que
olvidarnos de la personalidad del candidato o la candidata. Hace un tiempo, escribí un artículo llamado "SE BUSCAN PERSONAS, NO TRABAJADOR@S", en el que señalaba que las personas no estamos
formadas por distintos compartimentos
absolutamente estancos, de forma que no tenemos una personalidad en el trabajo
y otra en casa.
De otro modo: no podemos limitarnos a buscar sólo una formación o una experiencia funcional,
sino algo más: inteligencia emocional, habilidades sociales,... ¿os suenan esos conceptos?. Por
tanto, en los procesos selectivos hemos de hacer también especial hincapié en
esos factores no académicos:
he de saber si mi candidat@ puede
encajar en la cultura de la empresa, si puede adaptarse a un entorno multicultural
o multigeneracional,...
No te olvides: cuando quiero conocerte
más allá de tu historial profesional no
es por capricho, ni por buscar tus debilidades, ni porque te
tenga manía; simplemente...... NECESITO CONOCERTE.
Esto no es cole
y la seño no te tiene manía. ¿Le das un voto de
confianza a nuestra profesionalidad?.