Estoy
oyendo el partido de Nadal. Y
subrayo "OYENDO", porque -a pesar de estar jugándose la final del Open de Australia-, ninguna cadena gratuita está emitiendo el
partido. Y eso me molesta bastante porque creo que no sólo de fútbol vivimos.
Reconozco
que, como decimos por aquí, yo pierdo
pié con Rafa Nadal: lo adoro. Ya contaré algún día cuándo y cómo lo conocí
y porqué terminé pensando que lo quería
de yerno. Pero no sólo me conquistó como
persona.
Creo
que es uno de esos profesionales de
los que debe hablarse con tanto respeto como admiración; siempre digo que tiene
la cabeza perfectamente amueblada; es respetuoso con el rival; no se rinde
fácilmente; no hace caso de quiénes, al primer fallo, sentencian el fin de su
carrera; su capacidad de concentración es absolutamente envidiable,.......
Sin
embargo, me sorprende mucho que los niñ@s
no quieran ser Rafa Nadal. ¿Porqué?.
Pues la verdad es que no he hecho (ni
conozco) ningún estudio al respecto. Así que me aventuro a dar una serie de
razones basadas, exclusivamente, en mi opinión personal:
- Se mantiene, casi exclusivamente, en su
ámbito profesional: no está presente en revistas o programas de corazón; no protagoniza escándalos sentimentales ni
económicos; ....
Eso
quizás "limita" su
grado de influencia entre nuestr@s niñ@s, a diferencia de lo que
pasa con, por ejemplo, determinados futbolistas, a los que tenemos hasta en la
sopa.
Y
claro, eso le despoja de todo el glamour que debe tener alguien con el "éxito social" que nos están vendiendo permanentemente. Con ello, Rafa se convierte -para nuestros niñ@s- en
alguien querido y admirado, pero no en alguien a imitar. Su forma de vida, su filosofía, no es "deseable" para
ell@s.
-Prestigio económico. Preguntadle a
vuestr@s hij@s si saben si Nadal tiene el Príncipe de Asturias y si Ronaldo
tiene el Balón de oro. Y preguntadle qué premio de esos es más importante.
Porque
en el caso de Nadal parece que sus éxitos no se monetizan con la misma rapidez y en el mismo volumen
que los de otros deportistas. Parece que
sus victorias no son tan populares y fáciles. Es decir, parece que sus éxitos son de segunda fila.
- Sus valores no están de moda: Creo que ésta
es la razón principal. Los valores que otorgamos a Rafa son más
admirados y apreciados por l@s adult@s que por los niñ@s.
Ya
no pido que nuestr@s hij@s, a determinadas edades, valoren más la
sensatez y el esfuerzo que la riqueza rápida, la popularidad y la buena vida; sería una ilusa. Lo que me gustaría es que supieran ver más allá de
la imagen televisiva de los " ídolos"
actuales.
Es
evidente que el dinero y la popularidad rápida hoy cotizan mucho más que cualquier otra cosa y,
sobre todo, mucho más que el buen trabajo, la profesionalidad y el respeto.
Aunque
claro, debemos
hacer examen de conciencia y concluir que la culpa de situaciones como ésta
no es de nuestr@s menores sino de los adultos. Y no me refiero al desigual
trato de las retransmisiones deportivas; voy a algo mucho más importante y serio: nuestros propios
valores.
¿Cómo
podemos justificar que la mayoría de los presidentes de clubs de futbol hayan
firmado la petición de indulto del expresidente del Sevilla C.F.?. Porque a mí se suena a corporativismo puro y duro; al hoy por ti, .... que mañana ya veremos lo que puede pasarme.
¿Cómo
justificamos que la deuda de los clubs de fútbol con Hacienda y Seguridad
Social (es decir, con tod@s
nosotr@s) sea tan elevada, pero se les
permita seguir gastando cantidades indecentes?. Eso sí, el resto de empresas no podrán (por regla general) aplazar el pago de las retenciones del IRPF.
Os
invito a leer esta lista de los Personajes más influyentes de España en el año
2014, publicada por "El Mundo"
. En la 10ª posición esta Florentino Pérez (vale, aquí cabrían dos motivos
de influencia); en la 64ª, Iniesta; y en la posición 91ª, Casillas.
¿No
os da qué pensar?.