Como sucede en otros acontecimientos o instancias (romerías,
hermandades, colegios profesionales), alrededor de este tipo de sucesos se crean
grupos muy cerrados, territoriales, empoderados y llenos de lenguajes propios,
rituales y tradiciones.
Una de ellas es el bautizo al novato, que en cada sitio se realiza de una manera
propia: se riega la cabeza del bautizando con sangre de alguno de los animales
cazados; el neófito debe pagar la comida del grupo que le acoge, etc....
Evidentemente, el significado de
estos rituales es dar la bienvenida al nuevo, haciéndole saber que ya es parte
del grupo; que ya puede compartir sus
reglas, costumbres, símbolos,....; en
definitiva: se le hace saber que ya no es un extraño, que ha sido aceptado.
EL BAUTIZO
AL NUEVO EN LAS EMPRESAS.
Pasemos ahora al mundo laboral:
¿cómo damos la bienvenida a los nuevos y las nuevas?. Bueno, ¿realmente les damos la bienvenida, los
hacemos sentirse aceptados o aceptadas?.
Much@s me diréis que sí, que se les
da la bienvenida porque al nuevo o la nueva se le pasea por la empresa
acompañado de alguien de Recursos Humanos o de quien va a ser su superior
directo.
Lo siento, pero para mí ésta no es una
bienvenida; es una simple -y
mínima- regla de cortesía y educación.
EN QUE
PUEDE/DEBE CONSISTIR LA BIENVENIDA.
La bienvenida debe ser algo más: presentarle a tod@s sus nuev@s compañer@s,
enseñarle todas las instalaciones, darle el manual de acogida,... es el primer
paso. Pero además, considero necesario:
- que se le expliquen detalladamente sus funciones, más allá
de la típica (y a veces abstracta) descripción del puesto;
- que se le haga saber qué se espera de él/ella, más allá de
lo que se le pueda haber insinuado en la entrevista;
- que se le explique la cultura de la empresa: sus valores, sus
prácticas, sus "argots, ritos y
tradiciones";
- que se comunique a sus nuev@s compañer@s porque va a formar parte de la organización;
- que se "vendan"
las virtudes, capacidades y bondades del nuevo/la nueva al resto del
personal de la empresa;
-que se le implique, desde el minuto cero, en las mismas decisiones,
responsabilidades, comisiones, grupos de trabajo,.... en los que participen sus
compañer@s más cercanos;
- etc... (Espacio
destinado a tu sugerencia querida lectora/querido lector).
Por tanto, una buena bienvenida, un
acogimiento de verdad, no requiere especiales despliegues ni fiestas; sólo es necesario tratar al otro/a la otra
como miembro de pleno derecho de la organización y desde el primer momento.
Una última regla, si me lo permitís:
la "ceremonia" de bienvenida, el bautizo, debe ser igual para todos los puestos, niveles y personas.
O tod@s somos el fichaje del año, o que no lo sea ningun@.