martes, 16 de abril de 2013

MÁS IDEAS Y MENOS MASTERS (O la importancia de tener más de 40).



            Más ideas y menos másters. Esta frase no es mía. Es el título de un libro publicado por el empresario Enrique Sarasola (dueño de la cadena de hoteles Room Mate). No he leído el libro y ni siquiera sé cuál es su contenido. Pero la frase me ha impactado; tanto que llevo desde ayer  dándole vueltas.

            Creo que debe ser la frase de cabecera de los emprendedores, intraemprendedores,  empresarios en general y trabajadores por cuenta ajena. Desde luego yo sí me la voy a anotar.

            No es algo nuevo. Es más, podemos cambiarla por otra más conocida, clásica y romántica (también más abusada y pervertida): “La imaginación al poder”.  Por que es eso precisamente lo que necesitamos hoy: la capacidad o facilidad para formar nuevas ideas o nuevos proyectos (definición de imaginación según el diccionario de la RAE).

            Y esa imaginación, esa capacidad de crear es una facultad o habilidad connatural a la persona, que se va perdiendo si no se cultiva, pero que está siempre presente en nuestra vida y en todos los ámbitos en los que nos movemos. No nos la da una carrera, ni un curso,  ni el mejor  “master del universo”.

Mochilero imágenes prediseñadas           
             Si nos centramos en el ámbito profesional o laboral, creo que un factor de éxito pasa por unir a la imaginación otro factor: la experiencia. Y ésta sí que no nos la da ningún tipo de estudios: sólo nos la proporciona nuestra mochila vital.

            ¿En qué personas podemos encontrar más fácilmente los dos factores de imaginación y experiencia aunados?. Evidentemente ninguno de esos factores (ni conjunta ni separadamente) son patrimonio de una edad, ni de un sexo, ni de un perfil profesional determinado.

            No obstante, considero evidente que no podemos negar que, si buscamos la conjunción de imaginación y experiencia,  debemos pensar mayoritariamente en personas hoy consideradas  “MAYORES” para el ámbito laboral.

            Est@s MAYORES seguramente ya se han (nos hemos)  enfrentado a las mismas dificultades (o parecidas) a las que está viviendo tu empresa ahora; o han vivido un problema similar  con clientes que exigen condiciones distintas a las pactadas; o han tratado con otro compañero que también ha adoptado esa misma actitud negativa; o ha aprendido cuándo y cómo variar la forma de producir; etc….

            No digo que la formación no sirva: todo lo contrario. Tampoco digo que la juventud sea una desventaja: creo fervorosamente en l@s JASP (jóvenes aunque suficientemente preparados).  Simplemente reivindico el peso de la mochila vital como factor diferenciador en positivo.


            Y como este artículo está lleno de frases hechas: MÁS SABE EL DIABLO POR VIEJO QUE POR DIABLO.