martes, 29 de julio de 2014

PRACTICA LA RECIPROCIDAD


 
                Desde hace un tiempo venimos hablando de la importancia de la EMPATÍA en todas las facetas de nuestra vida. Idea que, en el área de la gestión de personas,  está empezando a parecer   más una muletilla que una muleta o  punto de apoyo    para un adecuado desarrollo de la (tan necesaria) inteligencia emocional.

                Y tan centrad@s estamos en este concepto, que corremos el peligro de olvidarnos de otros igualmente importantes para las relaciones humanas. Quiero referirme aquí a LA RECIPROCIDAD, entendida como  "correspondencia mutua de una persona o cosa con otra".

            La reciprocidad no implica, necesariamente,  entender al otro o a la otra, sino darle el mismo trato que ese otro o esa otra nos brinda a nosotr@s: cuando alguien nos da los buenos días con una sonrisa, no tenemos que saber  porqué nos sonríe; pero si practicamos la reciprocidad, debemos devolverle esa misma sonrisa y ese mismo deseo.

                Si no lo haces así, la siguiente vez que te cruces con esa persona corres el riesgo de que ni te mire, porque ya se habrá formado un juicio sobre ti: es un/a ineducad@, tiene mal carácter, es un antipático,....

 

QUÉ IMPLICA LA RECIPROCIDAD.

                La reciprocidad es una muestra de educación,  urbanidad y  -sobre todo-  de respeto. Es decir, implica corresponder del mismo modo a un determinado comportamiento ajeno. Pero hay mucho más:

                               - Es una FORMA DE INTERACCIÓN PERMANENTE entre las partes de una relación; es decir, determina cómo se construye o se desarrolla una relación entre los miembros de un grupo o entre grupos, por encima (o independientemente)  de otras normas.
                               De esta forma,  cada parte  reconoce a la otra una serie de derechos y le  exige unas obligaciones, esperando,  a su vez, que le sean reconocidos o exigidos por la otra. Ello ocasiona respuestas inmediatas entre las partes de esa relación; de otro modo: si tú siempre pides pero nunca das, llegará un momento en que no recibas nada.
 
                                - LA RELACIÓN SE CONSTRUYE LIBREMENTE: son las partes las que van decidiendo cómo se relacionan y qué dan o piden en cada momento.      Esto les obliga a mantenerse alerta,  a cultivar la relación para mantener el quid pro quo deseado.
 

                               - FIN COMÚN: la reciprocidad implica una unión entre las partes destinada a alcanzar un objetivo concreto: relaciones fluidas, amistad, supervivencia, ...... Y cuán importante es esto, porque obliga más que cualquier norma impuesta.
                               Un ejemplo: la Constitución Española de 1978 condiciona el derecho de voto a la ciudadanía no española o la concesión de la  extradición  a lo que establezcan los tratados internacionales, las leyes o el principio de reciprocidad (artículo 13. 2 y 3).

 


PORQUÉ ES IMPORTANTE  LA RECIPROCIDAD.

                La reciprocidad   tiene  dos caras (ya sabemos aquello de que el amor y el odio son mutuos),  y  -en mi opinión-  ambas facetas funcionan o surgen por varios factores:

                               -  Genera o destruye la confianza entre las partes de la relación.   Quiero decir: es  más fácil sonreír a quién nos sonríe que a quién parece que nos gruñe en vez de saludarnos; ante una negociación,  es más fácil ceder ante quién previamente ha cedido en una parte de sus pretensiones que ante quién se cierra herméticamente ante la posibilidad de llegar a un punto intermedio.

                               -  El deseo de identificación/integración/reconocimiento.    Es aquello de  "a dónde fuere, haz lo que vieres":  no nos suele gustar quedar como l@s rar@s, l@s nuev@s,  l@s ignorantes...... como l@s no integrad@s.                 Cuando nos sentimos a gusto con una persona o en un grupo, aceptamos más fácilmente sus normas, costumbres,...., nos cuesta menos adaptarnos a lo que nos piden o, incluso, a lo que creemos que nos piden.

                               - Satisfacción de necesidades (económicas, afectivas,....). El ejemplo más claro nos lo está ofreciendo la situación económica actual: somos más solidarios y solidarias (entre otras cosas) porque nosotr@s mism@s o gente muy cercana está pasándolo mal, porque esperamos que si ayudamos a otra persona,  ésta u otra también podrá ayudarnos a nosotro@s o a alguien cercano.  ("hoy por tí y mañana por mí").

                                - El compromiso: Necesitamos establecer/fortalecer  un compromiso mutuo con las personas de nuestro entorno.  Lo que queremos decir es "hoy por ti y mañana por mí".  Te doy porque espero que tú me des algo similar o algo que necesito.

                                

 

Y llegada a este punto, practico la reciprocidad y te deseo  FELICES VACACIONES (si aún, como yo, no las has disfrutado), o FELIZ REINCORPORACIÓN  en el caso de que ya hayas vuelto.