Dice la Wikipedia
que MOTIVACIÓN
"significa
‘causa del movimiento’..... y puede definirse
como «el señalamiento o énfasis que se
descubre en una persona hacia un determinado medio de satisfacer una
necesidad, creando o aumentando con ello el impulso necesario para que ponga en
obra ese medio o esa acción, o bien para que deje de hacerlo».
Otros autores definen la motivación
como «la raíz dinámica del comportamiento»; es decir, «los factores o
determinantes internos que incitan a una acción». La
motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta".
Sabemos que cada persona es un
mundo y que cada una tiene unas características, unas virtudes y unos
defectos. Hay quien no se motiva por
casi nada, y tiene un espíritu "viejuno", y hay quien
tiene la capacidad de ilusionarse por todo, de actuar como un niño.
Y, claro está, en el ámbito
laboral pasa lo mismo: hay quien prefiere asentarse de forma permanente en la
zona de confort; y hay quien siempre tiene (la hoy tan denostada) "ilusión
por trabajar".
Así que yo me pregunto: la
motivación ¿la tenemos que traer puesta
o nos la deben dar al pisar el centro de
trabajo?.
Evidentemente, la
motivación requiere una actitud previa en la persona: si ésta no la
tiene -ni la quiere tener-, es mucho
más difícil dársela, aunque no imposible. En estos casos,
la labor de l@s gestor@s de Recursos Humanos consiste en descubrir ese factor
que enciende la chispa. Descubrirlo, mantenerlo y, en su caso, cambiarlo por
otro.
Y creedme, ese factor puede ser el más
simple, tonto, insospechado que os podáis imaginar y generalmente pasa por
mostrar interés por su trabajo Y POR SU PERSONA: una felicitación a tiempo, una pregunta sobre
las notas de sus hij@s, llamarla a una reunión,........
¿Y si
nos encontramos con una persona que trae la motivación puesta de serie?. Pues nuestro
trabajo será fomentarla, alabarla y cuidarla como un tesoro: jamás debemos caer en el error de presumir que
esa ilusión se mantendrá sola, o corremos el peligro de cambiar la ilusión por el desgaste y, al
final, crear a un/a
"desmotivad@".
Así que, en mi opinión, lograr la
motivación laboral requiere de la conjunción de los siguientes factores:
* encontrar la
chispa que la desencadena EN CADA PERSONA: no hay factores estandarizados ni generales;
* por ello, hay
que asumir que los factores motivaciones pueden ser POSITIVOS o NEGATIVOS
(teoría del palo y la zanahoria): a
algun@s nos pone en marcha la esperanza de las recompensa, pero otr@s necesitamos
un tirón de orejas a tiempo;
* una vez
encontrado, FOMENTARLO : todas
las plantas requieren su riego, lo mismo que toda relación debe ser cuidada;
* revisarlo para
potenciarlo o cambiarlo, ADAPTÁNDOLO A CADA SITUACIÓN :
la vida marca nuestras necesidades y deseos
en cada momento, por lo que nuestro factor motivacional no será siempre el
mismo;
*UNIR
FUERZAS con quien ya viene
con la motivación puesta y EMPUJAR
a quién la ha perdido.
Una pregunta: ¿Cuál es tu caso: traes la motivación de serie o necesitas que te empujen?.
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