¿Sabéis que las
personas se diferencian entre sí solo en el 1% de sus genes?. De otro modo:
todas las personas del mundo mundial somos iguales en el 99%
de nuestros genes. Impresiona
¿verdad?.
Es verdad que no somos como
somos sólo por nuestra genética: nuestras experiencias, nuestras
circunstancias,...... nuestra MOCHILA VITAL es lo
que realmente determina quiénes hemos sido, somos y seremos.
Pero no puedo olvidarme de ese 1%; de esa maravillosa centésima parte que nos hace ÚNIC@S
EN EL MUNDO; ese trocito de gen que -quizás-
te da esa forma de tan tuya sonreír o de andar; que puede ser el culpable de que no te gusten las verduras pero
te mueras por el marisco,...
Y es curioso: a determinadas edades nos gusta ser exactamente iguales que los
demás miembros de nuestro pequeño
universo más cercano. Pero, al
crecer, empezamos a valorar ser nosotr@s
mism@s, ser distint@s; y ello se deba, quizás, a que empezamos a entender que SOMOS
nosotr@s y nuestras circunstancias (buena y malas) y no lo que l@s
demás quieran que seamos; ni siquiera lo
que "pensamos" que queremos ser.
¿Qué tal si nos dedicamos a buscar ese maravilloso uno por ciento
en TODA nuestra persona y personalidad (que
no todo es para el trabajo)?. Y
hazlo sin miedo. Porque si nos gusta esa
diferencia, magnífico. Y si no nos gusta....... a trabajar para mejorar.
Termino este
post tan filosófico con una pequeña
reflexión que querría que te convenciera:
valemos más por aquello que nos hace únic@s que por lo que nos adocena.
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