jueves, 24 de septiembre de 2015

EN LO VIRTUAL,..... COMO EN LO FÍSICO.




               Últimamente, estoy adoptando un nuevo complejo:   soy de lo más rarito en esto de las Redes Sociales.  Así me hacen sentir algunas personas cuando protesto porque me etiquetan en fotos sin mi consentimiento, cuando me agregan a grupos sin pedirlo, cuando usan mi nombre en fotos publicitarias de productos que nunca he comprado,...

 

                Al parecer, no entiendo cómo funcionan las redes,  ni conozco las   "libertades"  que se pueden tomar  "mis amig@s",.....   por el sólo hecho de tener una etiqueta que les dé ese estatus.  Bueno, debo reconocer que me han dicho cosas peores que  rarita o ignorante:  que no valoro el trabajo que supone crear un grupo y que te incluyan en él;  que no agradezco el interés por mi persona que ello supone,....

                Mi favorita en este campo es que destruyo el nombre y la reputación de la persona a la que le hago el reproche.  ¡¡¡Soy más mala¡¡¡.

 

                Pues sí, lo confieso: para mí las Redes Sociales son un espejo de mi vida no virtual. Por ello, me comporto en ellas de la misma forma en la que lo hago en el  mundo real. Es decir, procuro regirme con los mismos valores y con los mismos límites en ambos universos.  

 

                               1.- Somos conocid@s y no amig@s.  Creo que, a veces,  en el mundo virtual olvidamos la diferencia entre ambos conceptos.  ¿Con cuántos de tus contactos te has tomado una cerveza o has hablado si quiera por teléfono?.

                               Incluso con aquéllas personas con las que has creado un vínculo (virtual) especial:  ¿de verdad las conoces tanto como para saber sus intereses, preferencias,... y decidir por tí mism@ a qué grupo DEBEN pertenecer?.  

                               Si consideras que me conoces por lo que lees de mí, por lo que comparto o por lo que puedo escribir, puede que te equivoques al 100%. 

 

                               2.- Aplica los mismos límites y valores:  la libertad, el respeto a la voluntad ajena, la reciprocidad, la tolerancia,.... no mueren cuando enciendes tu ordenador.

                               ¿Verdad que no vas por la calle, coges del brazo a alguien,  lo metes en tu casa a la fuerza y luego le dices que puede salir cuando quiera?.  Entonces tampoco  incluyas a nadie en un grupo sin su consentimiento.  Si consideras que un grupo puede interesarme, ¡¡invítame¡¡¡.     Respeta mi voluntad y mi criterio (que lo tengo, créeme)  para decidir qué puede interesarme y que no.

 

                               3.- Compartir no significa puertas abiertas.   Es cierto que las redes tienen ciertos límites o filtros relativos a la privacidad  (dentro de mis escasos conocimientos, hasta ahí llego).   Pero no son absolutos.

                               En todo caso,  creo que nosotr@s  somos responsables de cuidar  las relaciones que entablamos en el mundo virtual y de ir más allá de esos filtros.  

 

Quiero concluir este artículo con dos agradecimientos:

                a) A quienes sin mi permiso han decidido etiquetarme, incluirme en grupos,...  lo que me han hecho aprender sobre privacidad, configuraciones, etc...  Pero el resto de lo que deba saber,   prefiero aprenderlo  sin que nadie me obligue.

 

                b) A quienes me cursáis invitaciones a grupos o de contacto,  os agradezco que os intereséis por mí y, sobre todo,  agradezco enormemente  el respeto que mostráis.

 

Foto Pixabay
 
 

 

martes, 8 de septiembre de 2015

SI ECHAS CURRICULUMS, NO BUSCAS EMPLEO (BIEN).


               
 
                Cuantas veces oímos  eso de   "estoy hart@ de echar curriculums y no me sale nada".   Pues, en mi opinión,  ahí está una gran parte del problema:   no sale nada porque no lo estamos haciendo bien.

                En la era de la marca personal, del valor diferencial, de la singularidad,  echar curriculums como quien reparte flyers es una gran pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo.
                 Sí, lo sé, a veces la desesperación, la necesidad o el desconocimiento nos convierten en  buscador@s de hasta el último recurso. Y eso está muy bien, por supuesto: hay que agotar todas las vías que tengamos para obtener nuestro objetivo.  Pero  ¡¡¡optimicemos los recursos¡¡¡
                 Hace unos años, impartí un curso  en la Universidad de Sevilla  dedicado a la búsqueda de empleo.  Mi primera frase a l@s alumn@s era:   "buscar  trabajo es vuestro primer trabajo".  A veces se reían, otras me miraban con cara de  incredulidad,....  Pero al terminar el curso, tod@s entendían que quería decir.


                
Foto: emplealia.net
Por eso reitero la idea de este post:  ECHAR CURRICULUMS NO ES BUSCAR EMPLEO ADECUADAMENTE.  Y explico con más detalle esta opinión:

 

                       
                            1.- Las empresas y l@s reclutador@s queremos el original y no la fotocopia.  ¿Cuántas personas hay con tu formación y experiencia?.  ¿Cuántos curriculums con el mismo formato y estilo recibimos cada día?.  

                               Tienes que darme algo que haga que te compre; tienes que mostrarme  porque tengo que fijarme en tí por encima de las demás candidaturas.  ¡¡¡Dame lo que no tengo  o demuéstrame que me haces falta¡¡¡

 

                               2.- Busco soluciones y no problemas.  No quiero que nadie se lo tome a mal, pero cada día recibo cientos de curriculums  "espontáneos"   que no me da tiempo a leer ni a valorar.  Eso es para mí un  "ladrón de tiempo", un problema.

                               Pues imagina esa misma situación en empresas en las que no existe nadie dedicado a gestionar los recursos humanos y que, con la ley en la mano,  no pueden almacenar esos curriculums.  ¿Dónde acaban?.

 

                               3.- Dime cómo me puedes ayudar.  Enlazando con los dos puntos anteriores, tu candidatura, tu curriculum tiene que despertar en mí la necesidad de tenerte.

                               Para ello tienes que saber cómo hacerte necesari@ para mí, tienes que conocerme.  ¿Te sirve para esto un curriculum estandarizado?.  ¿Vale para mi empresa el mismo curriculum que has mandado a la cafetería de enfrente?.

 

                               4.- Hazme sentir única.  A tod@s nos gusta sentirnos especiales, valorad@s, querid@s.  Por ello, si me presentas tu candidatura espontánea, dime porque me quieres, que esperas encontrar en mí.

 

Así que ya sabes por qué  digo que buscar trabajo es tu primer trabajo:  tienes que marcarte objetivos  y dedicarles  todo tu tiempo, pero optimizando o adecuando tus recursos a lo que quieras conseguir.        
 
 

jueves, 3 de septiembre de 2015

¿Y SI NO TE CAIGO BIEN?





               A tod@s los que nos dedicamos a seleccionar personas nos han preguntado alguna vez qué hacemos si el/la candidat@ nos cae mal.  Y yo siempre suelo dar la misma respuesta:  "pues verás,  ningún médico deja morir a un enfermo porque le caiga mal; siempre buscará el mejor tratamiento posible. Yo busco lo mejor para mi cliente. Y si el candidato o candidata  me cae mal o bien,.. me aguanto".

             Curiosamente, nadie se pregunta qué pasa si soy yo (o el seleccionador o seleccionadora de turno)  quien  cae mal al candidato a la candidata.  En estos casos parece presumirse que el interés por  el puesto le va a hacer obviar cualquier sentimiento hacia mí.    A pesar de que se suele decir  que el amor y el odio son  mutuos,  ¿por qué l@s seleccionador@s no gozamos de la misma "presunción de profesionalidad"?.  

 


¿QUÉ OCURRE CUANDO NO HAY  "FEELING"?

              
Foto: gbordablog
 
En los procesos selectivos  se trata de buscar una solución PROFESIONAL,   por lo que os  aseguro que  l@s seleccionador@s sabemos/debemos  abstraernos de filias y de fobias.  De otro modo: si enfermo, prefiero a un tipo tan borde como el famoso   "Doctor House"   pero que me cure;  quiero al profesional y no a la persona.
             

                Ahora bien, abstraernos de nuestras simpatías y antipatías no es lo mismo que olvidarnos de la personalidad del candidato o la candidata.  Hace un tiempo, escribí  un artículo llamado "SE BUSCAN PERSONAS, NO TRABAJADOR@S",  en el  que señalaba que las personas no estamos formadas por distintos  compartimentos absolutamente estancos, de forma que no tenemos una personalidad en el trabajo y otra en casa. 
 

                De otro modo:  no podemos limitarnos a buscar  sólo una formación o una experiencia funcional, sino algo más: inteligencia emocional, habilidades sociales,...  ¿os suenan esos conceptos?.  Por tanto, en los procesos selectivos hemos de hacer también especial hincapié en esos factores no académicos:  he de saber si mi candidat@ puede encajar en la cultura de la empresa, si puede adaptarse a un entorno multicultural o multigeneracional,...

                No te olvides: cuando quiero conocerte  más allá de tu historial profesional no es por capricho,  ni  por buscar tus debilidades, ni porque te tenga manía;  simplemente......  NECESITO CONOCERTE.

 

Esto no es cole y la seño no te tiene manía.  ¿Le das un voto de confianza a nuestra profesionalidad?.