Habréis observado que últimamente hablo mucho de “mis cosas”, de mis experiencias y cuitas. Y hoy voy a tropezar con la misma piedra (I´m so sorry). Pero esta vez tengo un motivo muy, muy concreto.
Quiero agradecer todo lo bueno que me estáis dando: lo que estoy aprendiendo; los “contactos” que estoy incluyendo en mi mochila vital (algunos a los que ya puedo considerar amigos); etc…..
Mis debates en Linkedin son seguidos con cierta asiduidad; la semana pasada, y con sólo cuatro meses de vida, mi blog superó las 5.200 visitas, con entradas que rozan las 1.000 lecturas, he recibido varios premios…..
¿Qué esto es lo que le sucede a muchos de vosotros?. Lo sé; yo también soy seguidora. ¿Qué estos datos no son nada del otro jueves?. Puede ser, pero para mí representan mucho. ¡¡¡¡MUCHÍSIMO¡¡¡¡.
Por eso siempre contesto. Por eso siempre doy las gracias a tod@ el/la que se molesta en leer lo que escribo, que pierde su tiempo en leer, recomendar y hasta comentar (e incluso criticar). Doy las gracias a quién se molesta en mandarme un artículo, a quién me hace el honor de mandarme una invitación y a quién tiene a bien aceptar las que yo remito.
Agradecer algo es, según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, mostrar gratitud o dar gracias. Es, en resumen, una muestra de educación, cortesía y urbanidad hacia quienes pierden su precioso tiempo conmigo entre (y junto a otros) millones de blogs, debates, tweets, …. que hay en la red diariamente.
¡¡¡MILLONES DE GRACIAS A TODAS Y A TODOS¡¡¡
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