Según
Wikipedia, la globalización es "un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala,
que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los
distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales,
económicas y políticas que les dan un carácter global.
No podemos confundirla con la Internacionalización, entendida ésta como "NECESIDAD
de buscar nuevos mercados como respuesta a la fuerte competencia de nuestro
mercado local o nacional, como necesidad estratégica". (Definición
formulada por CECOMA-España).
Entre ambos conceptos -en mi opinión- (y si aceptamos las definiciones aquí
propuestas) existen grandes diferencias que, a su vez, tienen grandes repercusiones en lo que al área de los Recursos Humanos
se refiere.
Permitidme destacar sólo algunas de las muchas que podrían citarse:
-
El Enfoque: la globalización parte de una concepción
distinta del mundo, en la que éste se entiende como un sólo lugar (aldea
global) con diferencias, sí; pero también con muchos puntos de encuentro. La persona que posea esta visión del
mundo será mucho menos resistente a los cambios, a los desplazamientos, a la
mezcla,...
Por tanto, el enfoque inicial marca la diferencia. Y si queremos
que estos cambios no se vivan como algo traumático, la idea de "aldea global" debe estar presente en la primera línea de
estrategia de la empresa. Abrirse al mundo no
puede concebirse como una amenaza ni como remedio ante una enfermedad grave,
sino como una oportunidad para crecer y para mantener y fortalecer la salud.
Y con este enfoque debe gestionarse al
personal; no se trata de
decirle "corres el riesgo de irte, de expatriarte"; se trata de
decir: "tienes la oportunidad de
conocer otra cosa, de trabajar con otras personas, otras ideas y otros
sistemas".
-
El motor que impulsa ambos movimientos. La globalización es (simplificando)
menos coyuntural. Podemos decir que se trata de una corriente ampliamente extendida y con vocación de
futuro. Además, va más allá del
factor económico, pues se refleja en la cultura, la sociedad, los
valores,....
La globalización es incompatible con la idea de la
imposición de la movilidad y con la sensación de un tiempo perdido; no encaja con frases como "me mandan dos años a la otra punta del
mundo, lejos de mi familia y ahora me dicen que esto no es rentable y que me
vuelva".
La
internacionalización, de momento, viene motivada,
mayoritariamente, por necesidades
económicas y estratégicas de las empresas. Muchas de nuestras empresas
antes de la crisis no se habían
planteado seriamente salir al exterior. Pero ¿se mantendrá la
internacionalización si las circunstancias económicas nos permiten el "lujo" de volver a lo local?. Y si
no resulta finalmente rentable ¿qué ocurrirá con los expatriados?; ¿dónde los
reubicaré?; ¿echaré a una persona para repatriar a otra?.
Este artículo también ha sido publicado hoy en el Blog de TalentoDirect.com
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