-
¡¡Camarero, camarero, ¡¡que me faltan
dos¡¡.
- ¿Dos qué, señor?.
- ¡¡Dos cervezas, hombre¡¡.
- Ahora mismo, señor. Y perdone, pero no
soy adivino.
- (En voz algo más baja). Anda que,... ¡¡menudos humos¡¡. Que es un camarero, no un ingeniero aeroespacial.
Estoy segura de que habréis asistido a escenas como ésta, y que responden a la idea de que hay "trabajos menores"; esos reservados a quienes no son capaces de
nada más; para cuyo desempeño no se requiere
ninguna habilidad, ni inteligencia.
Y
de verdad que me molesta mucho ese prejuicio, porque niego que existan profesiones menores; es más, hay tres "profesiones inferiores", que tod@s deberíamos desempeñar
-durante al menos tres meses seguidos- para que de verdad demostremos nuestras superiores capacidades. Esta son las que yo
propongo:
a) CAMARERO/A. Y si es en un restaurante tipo venta, con "cacharritos" para l@s niñ@s (tipo tobogán, castillo hinchable, balancín
sonoro,......) y con espacio lo suficientemente grande como para que l@s niñ@s
corran entre las mesas......., ya lo
propongo para el Nobel.
Vigilar
que el niño no se cruce y te tire la bandeja;
acordarte de la comanda de cada mesa;
procesar desde que sitio te han levantado un vaso para pedirte una
"cervecita más" y llevarla antes de que oigas aquello de que "hace una hora que la he pedido y ni caso";
repetir una y otra vez lo que hay
fuera de la carta, sabiendo que la mitad de los destinatarios están en
otra cosa y vas a tener que repetirlo, otra vez, etc. Si eso no es tolerancia al estrés, .....
b) CAJER@ DE UN SUPERMERCADO. Reconociendo que,
afortunadamente, las empresas ya están
cuidando mucho la formación del personal de caja para el trato directo con el
cliente, la realidad puede superar cualquier "role play" que programemos.
No
perder los nervios cuando nos ven deseperad@s porque hemos venido a comprar una
barra de pan y llevamos 5 minutos en la cola. La templanza de carácter que
deben tener para no mandarnos a la porra cuando nos empeñamos en pagar con toda
la calderilla que hemos acumulado durante el último mes, porque
"hij@, no tengo
tiempo para contarla y llevarla al banco".....
¿Y
cuando nos empeñamos en que nos digan si esas son las galletas "que
me llevé la semana pasada, que están tan ricas?". Porque yo no estoy obligada a
recordar la marca: ni siquiera el color
del envase,.... Pero la cajera o el
cajero, "que
está allí todo el día y me ha visto comprarla miles de veces",.....
Y, claro está, si al final se acuerdan
-o aciertan- es que es su
trabajo.
c) ENTRENADOR/A DEPORTIVO/A DE NIÑ@S. Esta profesión
va subiendo enteros en mi escala de
"las imprescindibles".
Y es que tod@s tenemos en casa al mejor futbolista, a la tenista más
potente, al patinador más veloz;..... Tod@s nos sabemos mejor que el/la
entrenador@ las reglas y
-evidentemente- somos mejores
diseñando las estrategias del juego.
Que
tenemos que corregir la plana al entrenador/la entrenadora y hacerle ver lo que
vale nuestr@ campeón/a. Que, como padre o madre, "tengo derecho a exigir" que mi
niña haga el ejercicio principal de la exhibición o que mi hijo juegue todos
los partidos,.... aunque no vengamos a los entrenos todos los días. Porque no es que mi tesoro sea muy torpe para
el deporte, es que su
entrenador/a no hace bien su trabajo y no le sabe sacar partido.
En definitiva: seamos inteligentes
y reconozcamos que -para opinar sobre algo-, debemos conocerlo con una cierta
profundidad . Y para permitirnos el lujo de considerar "menor" una profesión, debemos demostrar que somos capaces
de desempeñarla como el/la mejor.
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